HISTORIA REGIONAL DE SONORA


El General Ignacio Pesqueira (por Gral. M. González). De entre los gobernantes y hombres públicos que ha tenido Sonora, ninguno es tan popular como el personaje ilustre de que me ocupo en estos rasgos biográficos. Nació el General Ignacio Pesqueira en Arizpe, entonces Capital de las provincias de Sonora y Sinaloa el 16 de diciembre de 1820, y murió en la Hacienda de Bacanuchi el 4 de enero de 1886. Sus progenitores fueron distinguidas personas de la antigua capital sonorense, particularmente la señora Petra García de Pesqueira, madre del General. Niño aún, y aprovechando la estancia de personas de su familia en Sevilla, fue enviado a la Península donde con brillante éxito cursó las principales materias de los programas vigentes, pasando después a París a continuar la carrera comercial. Estando en Sevilla, poco después de la muerte de Fernando VII, se afilió a la causa de la libertad proclamada por sus camaradas estudiantes, y tomó parte activa adhiriéndose a los movimientos democráticos que se iniciaron en Andalucía. Regresó de Europa a la temprana edad de 18 años, encontrando en nuestro México efervescente la pugna entre dos opiniones diametralmente opuestas; la una pretendiendo reimplantar el espíritu del siglo XII; la otra representando el espíritu liberal del Siglo XIX. Se afilió a esta última y se abrió las puertas de un glorioso porvenir. Su iniciación en la guerra la hizo con el invicto General Urrea, cuya biografía es digna de figurar en el catálogo de hombres ilustres de México. Atrajo la atención del Gobierno del Estado por el arrojo y pericia que demostró en la persecución de los aborígenes que asolaban nuestro suelo aquel entonces, nombrándole Coronel Inspector de las Guardias Nacionales en la Frontera. Conocido por el liberalismo de sus principios y su ascendrado patriotismo, fue electo Diputado a la Legislatura del Estado. Desempeñaba este importante cargo cuando estalló el pronunciamiento que el partido Gandarista efectuó reduciendo a prisión al Gobernador Don José de Aguilar. Pesqueira, por ministerio de ley, entró al ejercicio del Poder Ejecutivo, reproduciéndose la antigua lucha de partidos. Ocupó la capital del Estado y persiguió a los revoltosos por todas partes. En la renovación de Poderes del Estado, Pesqueira fue electo Gobernador Propietario con gran regocijo de sus partidarios. Después de la defección de Comonfort, Juárez era la encarnación del Derecho y el legítimo mandatario del país. Pesqueira se le adhiere espontánea y decididamente para defender el Código del 57, vigorosamente atacado por el antiguo Ejército en consorcio con el bando clerical. Luchando Pesqueira con incontables obstáculos, organizó la Campaña en Sinaloa que se hallaba en poder de los reaccionarios. El 3 de abril de 1859 tomó el Puerto de Mazatlán después de una batalla que fue sangrienta y muy reñida. Pesqueira concurrió a esta gloriosa jornada con sus investiduras de Gobernador Constitucional de Sonora, Gobernador Provisional de Sinaloa y General en Jefe de las fuerzas de ambos Estados y del Territorio de Baja California. Vuelve a Sonora obligado por acontecimientos políticos y militares que reclamaban su presencia, pues sus enemigos habían lanzado a las tribus indígenas a la revuelta y al latrocinio. En un punto denominado “Las Guásimas” escapó de ser capturado por los contrarios, salvándolo el viejo soldado don José Montijo, quien lo trepó en su caballo ya herido y con muchas dificultades. El 5 de abril de 1861 derrota en Hermosillo a Estévez, que enarbolaba la bandera de la reacción. Sonora, a pesar de la inmensa distancia del teatro donde tenían lugar los primeros acontecimientos de la guerra de Intervención Francesa, no quiso prescindir del honor de ser representado en el Ejército Republicano que se aprestaba a combatir y Pesqueira organiza un contingente de mil hombres que marchan en dos secciones, embarcándose en Guaymas en julio de 1862. Llevaba consigo a los Coroneles García Morales y Gabriel Corella. El llamado del Gobierno de Maximiliano intentó atraerse a Pesqueira ofreciéndole el mando de Sonora, pero sus proposiciones fueron rechazadas patriota y enérgicamente. Relatar detalladamente la interesante vida de este ilustre hijo de Sonora demanda muchas páginas. Me concretaré a decir que a pesar de la época aciaga en que gobernó, supo defender con honor nuestra dignidad nacional, En los cortos períodos de paz fue decidido protector de la instrucción pública, trayendo al meritísimo profesor Don Leocadio Salcedo, quien fundó en nuestro Estado la Instrucción Superior en 1863. Retirado a la vida privada en su hacienda de Bacanuchi, murió el 4 de enero de 1886, como queda asentado al principio.